Lo Grandioso se hace en Colaboración
Por Guillermo Yan
En la biblia leemos una historia que para muchos solo simboliza confusión, pero pienso que además de eso, El Señor quería revelarnos algo más. Se trata del relato de la “Torre de Babel”
Un día se dijeron unos a otros: «Vamos a hacer ladrillos, y a cocerlos al fuego». Fue así como usaron ladrillos en vez de piedras, y asfalto en vez de mezcla. Luego dijeron: «Construyamos una ciudad con una torre que llegue hasta el cielo. De ese modo nos haremos famosos y evitaremos ser dispersados por toda la tierra» Gen. 11:3-4.
Varias expresiones se destacan para explicar la fortaleza de esta comunidad: a) Se dijeron uno a …… b) Vamos a hacer…… c) Construyamos…. d) Nos haremos ….. y e) Evitaremos ……..
Cinco expresiones que revelan una cultura que toda comunidad debe fomentar, esta es la manera en la que se construyen cosas que glorifican el nombre de Dios, es la misma cultura colectiva que vemos en la oración del Padre nuestro que Jesús nos legará como modelo.
En el modelo de la Torre de Babel se puede observar una serie de pasos coherente hacia la construcción de algo significativo, algo que va más allá de una persona, algo que sea el
producto de una visión compartida (un objetivo que deseamos alcanzar, y para cuyo éxito deben estar alineadas otras personas, o incluso toda la organización)
El primer paso que se desprende de la historia, es compartir una visión; “Dijeron unos a otros” ¿Cuánto tiempo habrá costado convencer a todo de esto? El relato no lo dice, pero vale la pena comunicar a todos, tratar de que todos puedan entender la visión, que todos puedan empoderarse de esta, aunque esto implique ir más despacio.
Lo segundo es la unidad que el Señor pudo observar en ellos “Todos forman un solo pueblo y hablan un solo idioma” ver. 6. Aparentemente este pueblo había sido efectivo en fomentar la colaboración, ya no se trataba de la visión de una persona, todos estaban unido hacia esa meta, cuando preguntaran sobre que estaban construyendo; Todos podrían responder de la misma manera (hablaban un mismo idioma)
Al final vemos al Señor estableciendo una palabra que nos gustaría escuchar de nuestras comunidades educativas: “Esto es solo el comienzo de sus obras, y todo lo que se propongan lo podrán lograr” Consideremos nosotros si no es esto lo que queremos escuchar de nuestras organizaciones, queremos tener una cultura de colaboración tan fuerte que podamos lograr todo lo que nos propongamos para la gloria de Dios.
Definitivamente el pueblo de nuestra historia perseguía una fama colectiva (nos haremos famosos) además de evitar cumplir con la voluntad del Señor de llenar la tierra, pero las organizaciones cristianas, no están procurando hacerse famosas, no están en busca de construirse un nombre;
todos buscamos que el nombre de Dios sea glorificado construyendo comunidades fuerte con una visión compartida.
Las organizaciones cristianas podemos aprender de esta historia. Comencemos por fomentar un cambio de lenguaje: Vamos a hacer… Construyamos…. Nos haremos… etc. Evitemos el individualismo y la competencia que fomenten el reconocimiento personal y construyamos
una cultura que fomente la unidad en todos los niveles de la organización.
Consideremos en comunidad lo que estamos construyendo, transmitamos esta visión a todos, repítanla unos a otros hasta que sea clara y comprensible para todos.
Y Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará. Habacuc 2:3.